Sentada en la bañera, rodeo mis piernas con los brazos y me
dedico a sentir el agua acariciando mi piel. Resbalan por mis cabellos gotas de
lluvia y añoranza. El agua está tan caliente que enrojece mi piel, pero alivia
mi desangrado corazón.
Tú.
Angustia ahogada en el sonido embriagador de tu nombre.
Maldito nombre. Vaciar mi mente y llenarla de incandescentes deseos en los que sólo apareces tú. Como un vano fulgor en la nocturna poesía de
mis febriles ensoñaciones…
Tú.
Te amo. No te conozco y te amo. Y por amarte te odio. [Antonimia]
Tú.